Según indican los expertos en psicología infantil, es bastante común tener dudas o inseguridades acerca de si el comportamiento de su hijo es normal o muestra algún problema, ya que, como se dice: << “Nuestros hijos no vienen con manual de instrucciones”>>. Una vez aclarado esto, es habitual esperar a que el problema sea evidente para buscar la ayuda de un psicólogo/a infantil, pero, ¿es esto lo adecuado?
En ocasiones es conveniente prevenir, y acudir al psicólogo con su hijo cuando este tiene que enfrentarse a una situación delicada, y que pueda tener un importante impacto en la vida de su hijo.
¿Cuándo acudir al psicólogo con mi hijo o hija?
En cuanto a esta pregunta tan frecuente entre los padres, es necesario comentar en primer lugar la necesidad de desvincular la visita al psicólogo infantil con la presencia de patología en el niño,..
Desde Segura Psicólogos Sevilla, sabemos que en la mayoría de los casos, los problemas que muestran nuestros hijos no siguen un patrón patológico. A pesar de lo complejo que resulta saber cuando es el momento óptimo para ir al psicólogo con tu hijo, vamos a mencionar diez señales en el comportamiento de los niños, que podrían indicar la necesidad de ayuda:
- Retraso en el desarrollo del lenguaje.
- Complicaciones para seguir el ritmo en la escuela.
- Cambios repentinos sin explicación en su conducta.
- Tristeza, llantos frecuentes, o perdida de interés por actividades que antes disfrutaba.
- Pesadillas recurrentes, miedo a irse a la cama, o insomnio.
- Retraso en el control de esfínteres.
- Muestra comportamientos difíciles de manejar: Agresividad, desobediencia o rabietas excesivas.
- Problemas físicos sin causa medica clara: dolores de barriga o de cabeza, vómitos, etc.
- Dificultades de relación con niños de su misma edad.
- Acontecimientos vitales importantes como: separación de padres, perdida de un familiar, etc.
Estas señales recién mencionadas no deben ser entendidas de manera aislada, sino dentro del contexto específico de cada uno, ya que, en ciertos momentos, éstas pueden tener lugar de manera natural en la vida del niño.
¿Es lo mismo la psicología infantil y la psicología para adolescentes?
Muchas de las señales mencionadas anteriormente seguirían siendo válidas en adolescentes, pero también existen ciertas diferencias a consecuencia del momento evolutivo en el que se encuentran. Las características particulares de cada etapa serán las que diferenciaran la manera de trabajar en la niñez o durante la adolescencia.
Evidentemente, la participación de los padres resulta esencial tanto en la psicología infantil como en la psicología para adolescentes, ya que es en el ámbito familiar donde se produce gran parte del aprendizaje.
La adolescencia es una etapa vital donde se experimentan muchos cambios, tanto en el plano físico, como en el psicológico. Estos cambios pondrán al adolescente en muchas situaciones nuevas, haciendo que esta etapa presente un riesgo particular. Algunos de los riesgos característicos de esta fase del desarrollo son los siguientes:
- Inestabilidad emocional.
- Primeras vivencias afectivo/sexuales.
- Experimentación con alcohol y drogas.
- Trastornos de conducta alimentaria.
- Necesidad de aceptación por el grupo de iguales.
- Cuestionamiento de la autoridad de los padres.
El acompañamiento en esta etapa por parte de padres y madres sigue teniendo relevancia, aunque el peso del grupo de iguales hace que la forma de aproximarse a ellos cambie respecto al paradigma de la psicología infantil.
La presencia de apoyo psicológico a lo largo del desarrollo de su hijo en estas dos etapas es de gran importancia ya que ayuda a sentar las bases de como su hijo se relacionará con el mundo a lo largo de su vida.
Por lo tanto, es fundamental perderle el miedo a consultar las dudas que se nos presenten con un profesional de la psicología autorizado al igual que se hace en otras consultas de salud, dándole así la relevancia que tiene a la salud mental en todas las etapas vitales.
