En nuestro día a día, nuestro cerebro hace multitud de interpretaciones de las situaciones que vivimos. Esas interpretaciones, no se hacen de forma consciente y en muchas ocasiones sabotean nuestro bienestar, dándole un sentido crítico a la realidad, como si tu peor enemigo fueses tu mismo.
Estas interpretaciones, pueden llegar a torturarnos a diario y hacer que aparezcan sensaciones muy desagradables. En psicología esas interpretaciones tienen un nombre: distorsiones cognitivas.
Las distorsiones cognitivas son pensamientos generados de forma automática e involuntaria, que aparecen en nuestra cabeza sin que tengamos mucha consciencia de que están, pero si son determinantes en nuestro estado de ánimo.
¿Cómo combatir a tu peor enemigo?
Es fundamental, aprender a detectar este tipo de pensamientos y para esto, a continuación, se detallan cuáles son los mas comunes y de que manera pueden aparecer.
No Generalizar
De forma frecuente tendemos a hacer generalizaciones en muchas de las situaciones que vivimos. Un ejemplo de ello sería cuando no me sale algo bien, que puedo pensar “Siempre fracasaré” de esta manera, lo que hago, es sacar conclusiones generales a partir de un hecho concreto. El pensamiento que se genera “Siempre fracasaré” es el que hace que me sienta totalmente decepcionado, cuando si analizo mi realidad un poco mas en profundidad, esta es muy diferente.
No utilizar términos peyorativos para describirse a uno mismo
Para contrarrestar lo que definimos cómo “tu peor enemigo“, esta es otra de las principales modificaciones que debemos hacer, ya que los diálogos que mantenemos con uno mismo tienen consecuencias sobre cómo nos sentimos. Cuando cometo un error, si automáticamente pienso “Soy un inútil” esa descripción que hago sobre mi, es la que va a permanecer en mi cabeza. Sin embargo, la realidad es muy diferente, en nuestra rutina realizamos multitud de actividades, y que cometa un error no tiene que definirme.
No prestar atención únicamente a lo negativo desatendiendo lo positivo.
En nuestra rutina diaria nos encontramos con numerosas situaciones que pueden desafiar nuestro bienestar, la forma de enfrentarnos a ellas determina en gran medida como puedo sentirme. Si hago una valoración de estas situaciones del tipo “Nunca me sale nada bien” poniendo el foco en lo negativo únicamente, y sin atender a todas las cosas positivas que también ocurren, no estoy valorando mi auténtica realidad, sino solo una parte de ella.
Pensar en términos extremos.
Las valoraciones de todo o nada, no son muy realistas, ya que podemos estar cayendo en la trampa de no atender a todo el conjunto de nuestra realidad. Imagina que en el trabajo he discutido con un compañero, y por ello pienso que el día ha sido horrible. Tan solo he valorado una de las circunstancias que han ocurrido hoy, y no estoy teniendo en cuenta que por ejemplo: mi jefe me ha felicitado por el buen trabajo que he hecho, otro compañero me ha agradecido la ayuda que le he proporcionado cuando me la pidió, etc… es decir, si solo me fijo en un evento para valorar cómo ha sido mi día, esta evaluación no está siendo 100 % realista.
Personalización
A veces puedo pensar que lo que ocurre a mi alrededor está relacionado conmigo, es decir, puedo tener la sensación de que las conductas de los demás cambian por mi. Un ejemplo de ello puede ser: llego a la reunión de mis amigos, he notado que uno ha hecho un gesto raro y pienso “Seguro que ese gesto es por mi, está molesto conmigo” con esta afirmación estoy dando por hecho algo que me hace sentir preocupado y que facilita que se generen mas preocupaciones relacionadas con este hecho, pero ¿esa conclusión es cierta? La respuesta es no, ya que estoy realizando una interpretación de lo que he percibido pero no tengo forma de confirmarlo.
¿Te resultan familiares algunos de estos razonamientos? Probablemente si, pero no te preocupes, es algo totalmente común, y lo mejor es que se puede cambiar. Para cambiarlo, es necesario tener en cuenta estos 5 consejos y es que a veces vencer a tu peor enemigo, implica enfrentarte a ti mismo.
Desde Segura Psicólogos Sevilla te invitamos a poner en práctica estos 5 consejos y mejorar así tu paz mental.
Fuente: Pedro Carretero Gómez