Identidad de género. Cuando la empatía juega un papel fundamental.

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identidad de género

Para hablar de identidad de género, es necesario aclarar algunos términos como son el sexo, el género y la orientación sexual que pueden dar lugar a confusión.

Por un lado, el sexo es la etiqueta que se nos pone nada más nacer y se basa en nuestra biología, anatomía y principalmente se determina por nuestros órganos sexuales o reproductivos.

Por otro lado, el género es una etiqueta basada en la cultura, que nos indica como tenemos que pensar y actuar según seamos, niños y niñas o mujeres y hombres. Por ejemplo, la falsa creencia de que los niños y hombres “no lloran”, sería uno de los roles marcados por la sociedad sobre el comportamiento que deben tener los niños y hombres y que en muchas ocasiones derivan en problemas que afectan a la salud emocional de los mismos

La orientación sexual es la atracción romántica, emocional, sexual y/afectiva por otras personas.

Después de conocer estos términos podemos dar paso a la identidad de género, que se conoce como la forma en la que nos identificamos a nosotros mismos y como expresamos nuestro género a través de nuestros comportamientos y apariencia personal. Se refiere a los sentimientos de pertenencia que tiene cualquier persona para identificar su género como masculino, femenino o con alguna otra posibilidad, independientemente del sexo y de su orientación sexual.

Existen varios tipos de identidad de género

Las identidades de género más comunes son:

Cisgénero

Son aquellas personas que tienen la misma identidad de género que se les asignó cuando nacieron.

Transgénero

Son aquellas personas que tienen una identidad de género diferente a la que se les asignó cuando nacieron.

Transexuales

Son aquellas personas que desean cambiar su cuerpo con distintos procedimientos hormonales y/o quirúrgicos para que coincida con su identidad de género (con su forma de percibirse a sí mismos).

Tercer género o no-binarios

Son aquellas personas que presentan una identidad que no coincide con el género femenino o masculino completamente.

¿Por qué es tan importante la empatía en la identidad de género?

La sociedad a lo largo del tiempo se ha encargado de decir qué tipo de comportamientos son correctos y cuales no según el género, lo que ha desplazado a muchas de las personas que no se identificaban con estos roles impuestos.

Las personas con identidades de género no normativas están expuestas a un mayor rechazo social. Esto implica ignorar sus necesidades emocionales, efectivas y de pertenencia. Además la mayor parte del sufrimiento que viven estas personas es fruto de este rechazo social y de la ausencia de empatía y apoyo para suplir sus necesidades y formar parte de la sociedad como cualquier otra persona con identidad de género normativo.

Teniendo en cuenta el sufrimiento al que estas personas se ven expuestas, ser empáticos, poniéndonos en su lugar, tratando de entender cuáles son sus emociones y mostrar apoyo es imprescindible para que estas personas desde la infancia puedan crecer equilibradas, libres y saludables. Para ello sería interesante que siguiéramos los pasos básicos que aparecen a continuación:

  1. Escuchar a las personas para saber qué sienten y necesitan.
  2. Cuestionar la forma en la que vemos el mundo, en este caso la identidad de género y preguntar si hay algo que desconocemos o no entendemos.
  3. No juzgar a las demás personas por su identidad de género.
  4. Mostrar empatía, comprensión y respeto hacía la diversidad de género.

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¿Qué tipo de terapias se llevan a cabo en estos casos?

Una de las terapias más utilizadas en estos casos es la Terapia Afirmativa que se emplea en personas con identidades minoritarias o diversas en torno a la sexualidad, identidad de género y expresión de género.

Esta terapia posibilita y disminuye el riesgo de estrés, opresión y discriminación social y familiar a la que se ven expuestas algunas personas.

Muchas personas desde la infancia presentan sentimientos de culpa y/o vergüenza cuando no cumplen las expectativas de género que la sociedad espera.

El objetivo principal de la terapia afirmativa es que la persona pueda asumir la identidad o rol de género con el que se identifica y promover un adecuado afrontamiento ante el estigma social.

Principalmente el trabajo que se realiza en terapia se basa en:

  1. Informar al paciente y a la familia sobre identidades de género, ya que existe una gran desinformación acerca de la diversidad de identidad de género y esta falta de información puede dar lugar a miedos, confusión, mitos y prejuicios. Es importante también dar cabida a la expresión de emociones tanto del paciente como de los familiares.
  2. Trabajar el autoconcepto y la autoestima, para ello es necesario conocer quiénes somos, cuáles son nuestras virtudes y defectos, qué nos gusta y que no, junto con un buen desarrollo de la autoestima.
  3. Reestructuración cognitiva para trabajar los pensamientos negativos que pueden llegar a atormentar al paciente debido a los mitos y prejuicios al que se ven expuestos. Para ello, se facilitará la expresión de emociones para poder gestionarlas y disminuir así los miedos y preocupaciones que aparezcan.
  4. Trabajo conjunto con la familia, ya que muchos familiares tienen miedo debido a la falta de información, es importante trabajar con ellos lo que sienten y facilitar una normalización de la situación y un buen clima familiar en el que todos los miembros se sientan seguros y puedan apoyarse.

La diversidad de género se está haciendo cada vez más visible y la sociedad debe hacerse consciente siendo conocedora y desarrollando la empatía para crear una sociedad libre. De ahí la importancia de promover una educación basada en el respeto y apoyo a los demás, teniendo en cuenta que la mayor parte del sufrimiento que padecen las personas con identidades de género no normativas proviene de las expectativas y presiones sociales.

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