Los trastornos alimenticios son afecciones graves que pueden tener un impacto devastador en la vida de quien los padece. Nuestro equipo de psicólogos en trastornos alimenticios, está comprometido a ayudar tanto a adultos como a adolescentes a superar estos desafíos y a recuperar el control de sus vidas.
Los trastornos alimenticios, como la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón, son enfermedades serias que implican comportamientos extremos, sentimientos y actitudes con respecto al peso y la alimentación. Estos trastornos pueden afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, género o antecedentes.
Hace algún tiempo escribimos un post sobre este tipo de trastornos alimenticios, puedes echarle un vistazo aquí si lo necesitas.
Podemos ayudarte a superar y comprender la situación por la que estás pasando. ¡Llámanos sin compromiso!
Los trastornos alimenticios suelen aparecer durante la adolescencia, aunque también pueden desarrollarse antes o en la etapa adulta. Los adolescentes pueden ser especialmente vulnerables debido a los cambios físicos, emocionales y sociales que ocurren durante este periodo. Los adultos pueden padecer trastornos alimentarios debido a una combinación de factores biológicos, psicológicos y socioculturales, como predisposiciones genéticas, altos niveles de estrés o presión social, y problemas de autoestima o autoimagen.
Comprensión de la Enfermedad: Un terapeuta o psicólogo especialista en trastornos alimenticios puede ayudarte a entender mejor tu trastorno alimentario, explicándote cómo y por qué surge, cómo se manifiesta y cómo puede afectar tu salud y vida.
Herramientas de Autocontrol: Durante la terapia, puedes aprender técnicas y herramientas de autocontrol y manejo de emociones, lo que puede ayudarte a lidiar con los impulsos de comer de manera descontrolada, purgarte o restringir la comida.
Mejora en la Autoestima: Los trastornos alimentarios a menudo están asociados con problemas de autoestima y autoimagen. Un terapeuta puede ayudarte a trabajar en estos aspectos, fortaleciendo tu percepción positiva de ti mismo y mejorando la relación que tienes con tu cuerpo.
Identificación de Factores Disparadores: La terapia puede ayudarte a identificar situaciones, pensamientos o emociones que desencadenan tu trastorno alimentario, lo que te permitirá establecer estrategias para manejar estos disparadores de manera más efectiva.
Soporte Emocional: La terapia te proporciona un espacio seguro y confidencial donde puedes expresar tus miedos, frustraciones y preocupaciones. El terapeuta puede proporcionarte apoyo emocional y validación, lo que puede ser muy beneficioso durante el proceso de recuperación.
Planificación de la Recuperación: Por último, un terapeuta puede ayudarte a establecer un plan de recuperación personalizado que se ajuste a tus necesidades y circunstancias específicas. Este plan puede incluir objetivos, técnicas de afrontamiento, cambios en el estilo de vida, y puede adaptarse a medida que avanzas en tu proceso de recuperación.